¡El agua es vida!

¿Sabías que, al dejar de ingerir suficiente agua los primeros órganos en deshidratarse son el pelo, la piel y las uñas, pero el cerebro se estresa desde que falta un 2%?

Después del aire, el agua es el elemento más importante para que tu cuerpo funcione bien y puedas mantener la claridad mental.

Los especialistas recomiendan ingerir entre 1.5 y 2 litros de agua al día dependiendo tu edad y estilo de vida para mantener un rendimiento adecuado del cuerpo y la mente.

La sed es el mecanismo natural que usa el cuerpo para pedir un re-abastecimiento del vital líquido intentando evitar la deshidratación.

Vale la pena mencionar que no todos los líquidos pueden satisfacer la necesidad real detrás de la sed. 

Beber agua simple, sin sabor, es la forma más sencilla de hidratarte. 

También algunas fórmulas, jugos naturales de frutas y verduras pueden cumplir esta función.

Bajo estrés y tensión hay un desgaste mayor de agua y nutrientes.

Como ejemplo tenemos a los pilotos de Fórmula 1 que pueden llegar a perder de 3 a 5 kg de peso corporal en agua durante una carrera profesional debido al estrés al que se someten.

Es por ello que los autos de Fórmula 1 están equipados con mecanismos para que los pilotos puedan mantenerse bien hidratados durante la competencia.

Resulta importante hacerle caso a la sed desde que aparece, o incluso en ocasiones anticiparse a ella, así tu cuerpo no tendrá que trabajar a marcha forzada ni aumentar la sensación de sed e incomodidad para que le pongas atención.

En momentos de deshidratación extrema se suele requerir la administración de suero vía intravenosa para restablecer el equilibrio de agua y minerales en el cuerpo. En los casos más graves podrían dañarse los riñones y otro órganos.

¿Qué tanto atiendes las necesidades reales de tu cuerpo?

Recuerda: cuando te sientes bien, te ves mejor.

Comienza a ejercitar el hábito de tomar agua, hidratarte adecuadamente y atender tu cuerpo para sentirte cada vez mejor.

Comparto una lista con 5 recomendaciones para hidratarte de forma eficiente:

• Beber de 1.5 a 2 litros de agua al día, de preferencia sin sabor.
• Tomar el líquido en porciones cortas (8 vasos de 200 - 250 ml).
• Evitar refrescos, bebidas azucaradas y con saborizantes artificiales.
• No consumir agua con otros alimentos porque se puede hacer pesada la digestión. Es preferible beber líquidos 30 minutos antes o 1 hora después de comer.
• Anticiparse a la sed para evitar el estrés por deshidratación.

Psic. Jalil Cabañas