¡Eres más grande que cualquier cosa que te sucede!

¿Ya conoces la parábola de la sal?

Habla sobre la vez que un conocido maestro Zen, tomó un puñado de sal y lo colocó en un vaso con agua limpia.

Le preguntó a sus discípulos si podrían sentir el sabor de la sal al beber el agua y que tan incómodo sería hacerlo.

Después los condujo hacia un lago amplio, sereno y cristalino donde nuevamente tomó un puñado de sal y lo depositó en el agua.

Otra vez le preguntó a sus discípulos si ahora podrían sentir el sabor de la sal o si les incomodaría.

Es cierto que el dolor existe y a veces puede ser muy incómodo, pero también es posible sentir algo más que sólo dolor.

Cuando sientas dolor, también puedes aumentar el sentido de todo lo que está a tu alrededor.

La clave está en dejar de ser del tamaño de un vaso y convertirnos en un lago grande, amplio y sereno.

El ejercicio que compartimos en esta ocasión es bastante útil para aumentar la consciencia de tu entorno y liberar el ruido interior en menos de 5 minutos. 

Quizás conoces este ejercicio de Brain Gym con el nombre de Gorra de pensar, ya que también puede ayudar a mejorar la memoria y la atención.

En esta actividad realizaremos un masaje en el borde de ambas orejas para estimular diversos puntos clave de acupuntura que se encuentran en esta zona.

Se recomienda beber agua antes y después de realizar la actividad.

Masaje en las orejas

Antes de comenzar, gira tu cabeza a ambos lados, evaluando el movimiento sin forzar.

¿Hasta donde puedes mover tu cabeza y cuello cómodamente y qué molestias alcanzas a percibir?

Empieza el masaje en la parte superior de la oreja, jalando y estirando el borde, haciendo un movimiento como "desenrollando" la oreja y ve avanzando hacia abajo hasta llegar al lóbulo.

En los puntos donde percibas más dolor o molestia, realiza el masaje con más suavidad mientras te concentras también en respirar cómodamente.

Repite el masaje siguiendo el mismo recorrido durante 3 veces o más.

Al finalizar vuelve a mover tu cabeza a la izquierda y la derecha evaluando los cambios sin forzar el movimiento:

• ¿Qué tanto se liberó la tensión y aumentó la movilidad de tu cuello? 
• ¿Cuáles dolores o molestias disminuyeron o desaparecieron? 
• ¿Qué tanto notas que ha mejorado tu agudeza para escuchar los sonidos a tu alrededor? 
• ¿Puedes percibir menos ruido en tu interior?

Siempre que así lo desees, puedes combinar los demás ejercicios aprendidos en tu rutina de cuidado diario para potenciar los beneficios.

Se sugiere aplicar este masaje 3 veces al día y en especial antes de llevar a cabo actividades donde se requiera mayor atención y concentración.

Comparte tus resultados y recuerda que la práctica es esencial para consolidar los cambios saludables.

Psic. Jalil Cabañas