Ejercicio 5 - Puntos (botones) para recuperar la cabeza en momentos difíciles
May 06, 2022¿Te consideras una persona con nervios de acero?
Decimos que tienen nervios de acero las personas que pueden mantener la cabeza fría y no se dejan llevar tan fácil por sus emociones en los momentos de crisis.
La habilidad de tomar buenas decisiones bajo presión siempre ha sido altamente valorada.
Los instintos de lucha y huida son la respuesta automática del cuerpo ante el peligro. Pero cuando el coraje es muy grande nos puede cegar o si el miedo es intenso, nos puede paralizar.
Socialmente aprendemos a reprimir estas respuestas y sentimientos pues a nadie le gusta perder el control.
Reprimir dichos instintos puede ser útil al momento para encontrar soluciones más racionales en momentos difíciles.
Sin embargo, también se puede ir acumulando la tensión mental de forma inconsciente cuando no hay una gestión adecuada de los sentimientos y emociones.
Esto se vuelve evidente cuando aparecen crisis de ansiedad, estallidos emocionales y malestares sin causa aparente.
Por ello, es importante solicitar ayuda si detectas dificultades para controlar estas respuestas.
En una metáfora podríamos hablar del secuestro emocional de la razón, ya que, el área del cerebro encargada de las respuestas de lucha y huida, puede llegar a tomar el control en ciertas situaciones.
Afortunadamente, el cerebro por naturaleza también esta preparado para tales circunstancias con un mecanismo anti-secuestro.
Te preguntarás: ¿Cómo puedo activar y fortalecer el mecanismo anti-secuestro de las emociones?
Tienes que saber que en tus manos está la capacidad para recuperar la cabeza en pocos minutos cuando te encuentras en momentos de crisis.
Hay un ejercicio rápido y sencillo que puedes hacer desde ahora.
Tan fácil cómo colocar las manos en la frente o tus sienes haciendo contacto suavemente por unos minutos en estos puntos, mientras llevas tu atención hacia tu respiración, hacia las áreas que estas tocando y las sensaciones que estás percibiendo.
El psicólogo y filósofo William James reconoció en la atención, el poder para retomar el control de la mente.
Es común escuchar -Donde pones tu atención, pones tu energía e intención-
Ahora las neurociencias nos confirman que la meditación, el movimiento y el masaje, son esenciales para favorecer la capacidad de estar más presentes y mantener una relación más consciente con las emociones sin reprimirlas.
No hay emociones negativas como tal, más bien, lo positivo o negativo son las formas de relacionarnos con ellas.
Esto no quiere decir que cada vez que sentimos una emoción tenemos que actuarla en el mundo de afuera.
Lo más importante es reconocer sus mensajes y tomar lo nutritivo, lo que es útil para seguir creciendo.
De igual manera, hay que aprender a sacar lo que no es útil, siempre de manera saludable y ecológica, siendo compasivo con uno mismo y con los demás.
Así cómo la comida: los aprendizajes y las emociones también se digieren.
¿Puedes imaginar que todas las experiencias que vivimos se guardan como recuerdos junto con las emociones que sentimos?
Se quedan como etiquetas que nos ayudan a distinguir en automático si aquello que vivimos es agradable para repetirlo o desagradable para evitarlo.
Las emociones se forman en el cuerpo mucho antes de convertirse en una idea, y pueden llevarnos a la acción sin pensar.
Algunas veces nos damos tiempo para reconocer, masticar y asimilar eso que sentimos, que es lo ideal.
Otras veces tragamos sin masticar para no sentir. Algo que puede ser muy indigesto y perjudicial con el tiempo.
Cuando guardamos emociones indigestas, se pueden acumular, y con ellas se puede estancar la energía o fuerza de vida que las conforma.
Es la misma energía que obtenemos de los alimentos y que el cuerpo utiliza para funcionar, para repararse y para construir los pensamientos.
Cuando la tensión es mucha, busca salir somatizando como síntomas en el cuerpo o a través de la catarsis.
Mientras se encuentra estancada puede manifestarse como sensación de poca energía y motivación, cómo con la pila baja.
De igual manera, el proceso para ocultar las emociones y la tensión, puede ser desgastante. No tiene porque seguir siendo así.
El ejercicio que compartimos en esta ocasión ha resultado ser altamente efectivo para favorecer la asimilación de emociones y experiencias de manera natural, con mucha suavidad y respeto por el ritmo y la privacidad de cada persona.
Puntos (botones) para recuperar la cabeza en momentos difíciles
Desde ahora, cuando desees asimilar o digerir mejor una experiencia para tomar mejores decisiones: dedícate unos minutos y...
- Califica tu nivel de tensión antes de comenzar el ejercicio utilizando una escala de 1 a 10, donde 10 es el máximo valor de tensión mental-emocional y 1 representa muy poco o nada de tensión en este momento.
- Acomódate en un lugar a gusto y piensa en un espacio seguro en tu imaginación. Puedes visualizar la imagen o el recuerdo de un paisaje de calendario o de postal, de esos que transmiten calma y tranquilidad.
- Se recomienda beber suficiente agua, y si te parece conveniente, también puedes realizar cualquiera de los ejercicios de esta guía rápida para complementar.
- Coloca ambas manos a los lados de tu cabeza, haciendo contacto suave y ligero con tus sienes, sin presionar ni masajear. Mantén este contacto con tus manos lo más cómodo posible por unos minutos mientras llevas tu atención a lo que estás sintiendo, pensando, percibiendo al mismo tiempo tu respiración y la sensación de calidez en tus manos y en el área de tu cabeza que estas tocando. Sin tratar de cambiar algo, sólo observa en tu interior y percibe cómo se van acomodando los pensamientos y sensaciones sin esfuerzo, automática y saludablemente con cada respiración.
- En cuanto percibas que te vas sintiendo más a gusto, que las sensaciones se encuentran más en armonía y equilibrio, baja tus manos, haz una respiración profunda o diferente y toma nuevamente agua mientras calificas otra vez tu nivel de tensión mental-emocional usando la escala de 1 a 10.
Otra variante del ejercicio consiste en hacer contacto suave de 1 a 10 minutos en las protuberancias de la frente que se encuentran sobre las cejas.
Con la práctica de ésta técnica puedes obtener gran ventaja para manejarte con más calma y asertividad en situaciones difíciles, al igual que para asimilar experiencias y emociones de manera más saludable.
¿Cuál te ha funcionado mejor? Recuerda compartirnos tus resultados e inquietudes.
Psic. Jalil Cabañas
Si requieres apoyo para mejorar tus hábitos, tu actitud o tu relación con tu cuerpo y mente, contáctanos para encontrar soluciones juntos.
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