Tu cuerpo siempre sabe lo que le pasa

¿Sabías que puedes usar tu intuición como una balanza interior bastante precisa al tomar decisiones personales?

Tu cuerpo por naturaleza esta equipado con los sensores más avanzados para estar al pendiente de los cambios en el entorno y de su propio estado de equilibrio interior.

Por supuesto, también contiene una especie de bio-computadora que le permite procesar toda esa información, almacenarla y responder de forma programada.

En el programa de la bio-computadora del cuerpo existen instrucciones precisas para restaurar el equilibrio y reparar el cuerpo en diversas condiciones de estrés o desequilibrio.

El cuerpo siempre se esta auto-regulando basado en la información que recibe de sus sensores y la forma en que está programado para reaccionar.

"El cuerpo no miente, pues a diferencia del lenguaje verbal, el lenguaje del cuerpo carece de intencionalidad e ironía"

Mencionábamos en la publicación anterior que las emociones y sentimientos tienen un mensaje que transmitir.

Ahora nos enfocaremos en cómo nos afectan al momento de tomar decisiones y en lo que podemos hacer para manejarlas a nuestro favor.

Seguramente recordarás momentos donde algo dentro de ti, te decía que tomaras "x" o "y" camino, que llamaras a cierta persona o que no fueras a una reunión o tal lugar.

Si le hiciste caso y todo salió bien, habrás notado entonces que tu cuerpo puede presentir algo antes de que tu mente lo haga consciente.

Incluso puede reaccionar en automático antes de que lo puedas explicar.

Cómo ejemplo: cuando te das cuenta que algo quema o lastima y se retira la mano, o el pie en automático del peligro, es un reflejo.

El cuerpo va acumulando estas experiencias haciendo sus propios análisis y estadísticas de forma inconsciente, sin que nos demos cuenta.

Porque lo natural es huir del dolor y buscar lo agradable, tratamos de predecir lo que viene a continuación para anticiparnos al peligro o reconocer mejores oportunidades.

A pesar de ello, no siempre podemos acceder en el presente a toda la información de todo lo que hemos vivido y aprendido de forma consciente.

Un experimento llamado la tarea de Iowa, demuestra cómo el cuerpo puede reconocer oportunidades y amenazas con interesante precisión, muchas veces antes de que la mente se pueda dar cuenta.

Siempre que vamos a tomar una decisión, nos demos cuenta o no, en el interior se realiza un análisis minucioso del propio potencial para llevar cabo las posibilidades que nos estamos planteando.

Por decir, pones las cosas en la balanza interior cuando no sabes que platillo elegir del menú o cuando estas decidiendo el color de ropa o maquillaje.

Y también cuando vas a iniciar o terminar cualquier proyecto o relación.

Entre pensamientos y emociones, algo dentro de ti, te hace sentir que "es algo saludable para ti o quizás no tanto".

Puedes sentir si "te queda ese color para la ocasión" o cuando "te percibes capaz o como que te falta algo", "quién es la persona indicada y quién no": en base a eso tomas tu elección.

¿Estas de acuerdo, que todos usamos de forma consciente o inconsciente nuestra intuición para tomar decisiones?

Es muy probable que también te hayas percatado que los momentos cuando mejor funciona tu intuición es cuando te encuentras más relajada/o y en el presente.

Sin embargo, cuando la mente está saturada de pensamientos y emociones indigestos, la balanza se puede desajustar, haciendo difícil poder tomar decisiones por cuenta propia.

Esto es evidente en las situaciones donde nos sentimos sin elección y reaccionamos cómo si estuviéramos en un callejón sin salida, cuando todo parece amenazante desde el interior aunque afuera no existan tales amenazas de forma real o significativa, como en el caso de la ansiedad, las fobias y las alergias.

Los ejercicios que te hemos compartido hasta ahora tienen como objetivo ayudarte a cultivar la calma y recuperar el equilibrio interior en dichas situaciones, en momentos difíciles.

En esta ocasión aprenderás cómo hacer más clara la respuesta del cuerpo y "la balanza interior" para tomar mejores decisiones.

La intuición también se puede cultivar con la guía adecuada, práctica y constancia. 

El inconsciente puede reservar mensajes esenciales para los oídos que sepan ponerse a la escucha.

—Carl G. Jung

Auto-Test para reconocer las verdades del cuerpo y la mente inconsciente

Casi todas las personas hemos jugado en algún momento de nuestras vidas a encontrar algo mientras alguien nos dice "frío" para guiarnos cuando nos estamos alejando del objetivo o "caliente" cuando nos vamos acercando.

La intuición es una especie de marcador interior que nos indica antes de tomar una decisión, el potencial para alejarnos o acercarnos de nuestros objetivos.

Resulta que tu cuerpo puede mostrarte desde su propia verdad (acumulada por tu experiencia y la de tus ancestros en tu ADN) lo que es más favorable para ti en determinado momento.

Los músculos son de los primeros órganos en presentar alteraciones en su función normal ante amenazas (estrés) físicas, emocionales y bioquímicas.

Básicamente se paralizan o pierden el tono cuando hay estrés y mantienen un tono constante y adaptable cuando hay equilibrio.

Es por este motivo que usaremos el test muscular de kinesiología para amplificar la señal de la intuición en el cuerpo.

En primera instancia, esta prueba mecánica se desarrolló para evaluar el tono de los músculos al intentar mantener de forma voluntaria una posición específica del cuerpo mientras se realiza una presión gradual y progresiva en la dirección contraria.

El objetivo del test es ayudar a percibir la capacidad de adaptarse a distintos grados de presión, en diferentes contextos. 

Así, la persona que aplica el test representa un testigo y una "carga adicional" para amplificar y hacer más clara la respuesta.

Usaremos de este modo, los principios del test muscular de la kinesiología aplicada para saber si algo nos causa estrés o es algo benéfico a pesar de lo que pensamos desde la razón.

Vale la pena recalcar, que no siempre lo que nos agrada a nivel consciente puede ser lo más saludable o conveniente.

De la misma manera, no todo lo que nos desagrada es algo tóxico o sin valor.

En la propia verdad del cuerpo, la información en la memoria de las células puede utilizarse como un recurso valioso para tomar mejores decisiones, evitando repetir los mismos errores.

Por ello, la clave está en calibrar adecuadamente la respuesta muscular para tener claridad al distinguir al instante lo que es útil, de lo que no, para adaptarnos o reducir el estrés físico, emocional y bioquímico.

Podríamos decir que el test muscular es un mecanismo sencillo pero efectivo para traducir la información de la computadora (mente inconsciente) del cuerpo utilizando preguntas claras que se puedan responder como "sí" o "no", "frío" o "caliente".

Es muy importante que elijas ser sincero/a contigo mismo/a para que sea más efectivo.

¡Hagamos la prueba!

Comienza colocando tus brazos estirados al frente con las palmas hacia abajo y los dedos estirados como en la imagen.

Pon mucha atención a la sensación de facilidad o dificultad, ligereza o pesadez para mantener la postura.

La prueba consiste en darte cuenta cómo cambia la sensación de ligereza o pesadez al exponerte a diferentes estímulos (ideas, emociones, colores, alimentos, música, olores, fotos, etc.).

Pregúntate en este momento ¿Cuanto tiempo puedes mantener esta postura cómodamente, segundos, minutos, o más tiempo? Recuerda ser muy sincero/a contigo.

Ahora, piensa en una canción, película, comida, lugar o libro, que sea muy agradable para ti, que te traiga buenos recuerdos y sensaciones.

¿Puedes darte cuenta del cambio inmediato en la fuerza o capacidad para mantener la postura? Lo normal es sentir que se puede mantener más tiempo la postura o con menos esfuerzo.

Baja tus brazos un momento para descansar.

Luego piensa en una canción, película, lugar, comida o libro desagradable y vuelve a levantar tus brazos al frente para poner atención a cómo cambiaron las sensaciones. Lo normal es sentir cierta pesadez o dificultad momentánea.

Acabas de comprobar la sencillez para reconocer cómo tu cuerpo sabe lo que es agradable para ti y lo que te resulta estresante.

Ahora, si quieres saber cual de los ejercicios anteriores de la guía rápida te puede ayudar a cambiar tu actitud/postura interior respecto a lo desagradable (para mirarlo con más compasión) haz lo siguiente:

Realizando la prueba de los brazos estirados al frente mientras estas pensando en aquello desagradable, repite en voz alta los números del 1 al 5.

En cuanto digas un numero y sientas que los brazos se vuelvan mas ligeros, tu cuerpo te estará indicando el número del ejercicio más favorable en ese preciso momento para mejorar tu postura interior. Ponlo en práctica de inmediato.

Después de realizar el ejercicio indicado para ti, vuelve a pensar en eso desagradable que pensaste al principio y mientras haces la prueba con los brazos estirados, pon mucha atención al cambio en las sensaciones.

¿Impresionante verdad?

El 95% de las personas que han realizado ésta secuencia de ejercicios comentaron que el principal cambio se dio al disminuir la sensación de molestia y que en muchos casos desapareció.

Te sugiero repetir el test y luego aplicar un ejercicio de la guía rápida para recuperar la calma con algún proyecto con el que sientas cierto desafío.

Te sorprenderás de tu propia capacidad para enfrentarlo con más recursos, con una actitud más equilibrada después de realizar los ejercicios.

Con este test muscular de kinesiología también puedes apoyarte en reconocer los alimentos más favorables para tu mente y tu cuerpo, al igual que otros elementos que te pueden ayudar para sentirte mejor.

De la misma manera, con los ejercicios anteriores de la guía rápida puedes llegar a disminuir hipersensibilidad o alergias a substancias y alimentos.

Comparte tus resultados y contáctanos por cualquier comentario o inquietud.

Psic. Jalil Cabañas